Hay que apuntar alto

Hay que apuntar alto

Practicar asanas y pranayama, o meditar para mejorar nuestra calidad de vida, es como estudiar para el examen.

El año pasado, en mi carrera hacia el super «yo», hice un curso para aprender a navegar.

Había mucho material teórico, la verdad es que me costó hacerme con el vocabulario y aprender a trazar rumbos, calcular hora de llegada según la distancia a recorrer, la velocidad de la embarcación, del viento…

Lo que me dejó perpleja son dos cosas:

– El profesor, así lo dijo el primer día, nos preparaba para el examen. Lo importante no era saber navegar, sino aprobar el examen.

Y lo más llamativo es que hay determinadas preguntas que caían con frecuencia, que había que contestar mal, a posta, porque los examinadores son todopoderosos y pueden decidir lo que es correcto o no, independientemente de si coincide con la ley o no.

Más que perplejidad, lo que sentí fue total incomprensión y algo de rabia por formar parte de un sistema tan absurdo.

-Lo segundo es que solo tuve 3 horas de prácticas.

Y con el título conseguido se supone que puedo coger una lancha de hasta 12 metros y lanzarme a la mar.

He aprendido algo, pero no es lo que quería.

Tengo un bonito título, y puedo presumir, pero sigo sin saber navegar.

Si practicas yoga para tu dolor de espalda, tu estrés o tu digestión, está bien. Por lo menos haces algo antes de depender de pastillas.

Lo mismo con la meditación.

Pero el yoga y la meditación, originalmente, antes de llegar al carrito de la compra de los occidentales, tenían otro propósito mucho mayor.

A este objetivo tenemos que apuntar. Porque si no, nos vamos a quedar con el título, y seguiremos sin saber de verdad.

Aurélie Farina

¡Hola! Mi nombre es Aurélie

Enseño yoga desde hace 20 años.  En mi blog encontrarás reflexiones sobre esta práctica, pero también sobre otras cuestiones de autonocimiento, meditación,  Respiración y movimiento.  
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